martes, julio 28, 2015

Felicidad en la escuela

"Desde que comenzaron lecciones de bienestar, las calificaciones han subido". Anna Tyzack une a los alumnos en una clase de "felicidad" en el Wellington College.
Hace algunos meses, la decisión del centro británico Wellington College de comenzar a impartir “clases de felicidad” fue noticia en todos los medios de comunicación del mundo. Se trata de una asignatura de una hora a la semana donde se enseña a los estudiantes a conocer y gestionar sus emociones o a sobrellevar el estrés y la tensión. Interesante, ¿verdad?
Hablar de felicidad puede ser complicado, porque cada persona tiene su propia idea de lo que es ser feliz y de cómo conseguirlo. Sin embargo, una de las cuestiones en las que todos solemos coincidir es que la felicidad no es tanto las cosas que experimentas o que te suceden en la vida, sino el cómo te enfrentas a ellas. Podemos decir entonces que la felicidad es, en gran medida, una cuestión de gestionar las emociones, de aprender a minimizar y convivir con las más negativas y saber también cómo potenciar las positivas. Y lo mejor es que eso, como otras muchas cosas, ¡también se puede aprender!
Convertir cada error en una oportunidad de aprendizaje, gestionar la frustración y el conflicto, aprender a vivir en el presente y tomar consciencia de nosotros mismos, favorecer nuestra autoestima y las habilidades sociales… Son muchos retos que podemos abordar cada día en las aulas, y que ayudarán a nuestros alumnos a ser futuros adultos felices y comprometidos con la sociedad.
Se trata de dejar de entender la educación como un proceso en el que los estudiantes aprenden contenidos con el objetivo de superar unas determinadas pruebas de evaluación, paracomenzar a poner en el centro de todo la felicidad y el desarrollo como personas. Más que una asignatura, el objetivo es que podamos tratarlo de forma transversal en todas ellas, ¿te animas a ponerlo en práctica en tu aula?
Algunos recursos interesantes
A continuación, te facilitamos cinco materiales que te servirán para ampliar los conocimientos en este tema y conocer originales propuestas que se están llevando a cabo actualmente:
  1.  10 mini trucos para regalar felicidad a tu alumnos: Santiago Moll nos sugiere un decálogo de ideas para contribuir a que tus estudiantes sean cada día más felices. 10 fáciles gestos que puedes incorporar de manera sencilla en tu manera de dar clase. ¡No te los pierdas!
  2. Cuentos de felicidad: Chocolate y felicidad, El robo de la alegría, La economía de la sonrisa… una colección de pequeños relatos para trabajar los valores en el aula o, incluso, en casa. Algunos de ellos vienen acompañados de geniales ilustraciones y audio, para disfrutarlos con todos los sentidos.
  3. Cómo educar las emociones: Un interesantísimo documento, con prólogo de Eduard Punset, repleto de interesantísimas propuestas y metodologías para la educación emocional en la infancia y la adolescencia en el aula.
  4. Programa “Aulas felices”:  Un genial recurso sobre el trabajo de las competencias básicas desde la psicología positiva que enfatiza la importancia de incluir la felicidad en la educación. ¡Echa un vistazo!
  5. Aprendiendo a ser: Se trata de un interesantísimo modulo incluido dentro de un completo proyecto para trabajar la educación para la paz en el aula. ¿Qué podemos hacer para ayudar a los alumnos a ser personas felices, críticas, autónomas y responsables? No te pierdas las respuestas que encontrarás en este recurso.
Felicidad o lecciones de "bienestar" en Wellington College en Berkshire requieren un alto nivel de concentración. Nos han pedido que cerrar los ojos, poner los pies apoyados en el suelo, con las manos en las rodillas, y cuente lentamente hasta 10 en nuestras cabezas. Cuando un pensamiento se arrastra a nuestra mente, tenemos que "reconocerlo, pero no juzgamos", antes de pasar al siguiente número. De acuerdo con nuestro maestro, Ian Morris, practicando "atención plena", que es un elemento fundamental del programa MindUP , ayuda a los alumnos a conectar con sus emociones. "Al prestar atención al momento presente de una manera no crítica, podemos hacer un balance de nuestros pensamientos y creencias y evaluar si son útiles", dice.
Cualquier padre que paga los honorarios de la escuela £ 9,595 por cada plaza podría preguntar por qué su hijo pierde el tiempo al contar hasta 10, cuando podrían estar en una clase de matemáticas. Pero el Dr. Anthony Seldon, maestro de Wellington, sigue convencido de que las lecciones "bienestar" son responsables de la mejora de las calificaciones de sus alumnos. Desde el año 2006, cuando las lecciones se convirtieron en parte del plan de estudios para 13 a 15 años de edad, los grados de nivel A en Wellington han mejorado.
Las lecciones están diseñadas para proporcionar a los estudiantes con habilidades para hacer frente a los desafíos de la vida: la resiliencia emocional, la autoeficacia y el pensamiento positivo. Morris cree que los alumnos más emocionalmente alfabetizados se convierten, se pueden superar las barreras al aprendizaje, así como las presiones sociales. "Se necesita práctica para llegar a 10", dice. "Pero se llega a un punto donde se puede nombrar a sus pensamientos - frustrado, ansioso, celosa - y decidir si desea o no impugnarlos."
Inicialmente los estudiantes pueden resentir la atención por ser aburrido o cansado, pero con el tiempo llegas a confiar en ella, dice Morris, que medita con los alumnos antes de los exámenes y deportes de torneos.
Las lecciones también se ocupan de las amenazas planteadas por la publicidad y las redes sociales. Según Morris, las mentes de los jóvenes están saturados con información basura; necesitan para distinguir entre el uso pasivo y constructiva de la tecnología. "La cultura moderna sugiere que no tenemos que esperar a las cosas que queremos", dice. "Nuestras clases animan a los estudiantes a centrarse en el cumplimiento a largo plazo."