LA FELICIDAD NO ES UN ENIGMA, ES UN MISTERIO
"La alegría es la dimensión espiritual de la felicidad"
¿La felicidad se puede medir? Hasta 2.000 adolescentes han participado en un estudio de las universidades de Manchester y Warwick, en el que han llegado a una conclusión: la felicidad es un estado contagioso, tu sonrisa hace sonreír a los demás, la sonrisa de los demás te puede alegrar el día."La alegría es la dimensión espiritual de la felicidad"
Sonríele a la vida, y la vida te sonreirá. Esto es lo que puede desprenderse del estudio realizado por las universidades de Manchester y Warwick entre 2.000 estudiantes de instituto estadounidenses, y sobre cómo el estado de ánimo de las personas puede influenciar en el de las demás.
Los investigadores han encontrado que la felicidad es un estado mental contagioso y que relacionarse con personas animadas es el mejor antídoto contra la depresión. Además, también han podido comprobar cómo, al contrario de lo que ocurre con la felicidad, mantener contacto con personas deprimidas no aumenta el riesgo de padecer depresión; sin embargo, es una gran manera de ayudar a éstas a recuperar la felicidad.
De hecho, este estudio demuestra que tener amigos felices duplica las posibilidades de recuperarse de una depresión en un periodo de tiempo de entre 6 y 12 meses. El doctor Thomas House, de la Universidad de Manchester, explica que determinados factores como «vivir solo o haber sufrido abusos en la infancia juegan un rol crucial en las depresiones», por lo que «el apoyo social, y tener gente con la que hablar de ello, es esencial para recuperar la felicidad».
Rodearse de amistades con buen estado de ánimo y hábitos saludables tiene un «gran efecto» en la recuperación de la depresión, así que «promover las relaciones de amistad entre los adolescentes es un método efectivo» para conseguir alcanzar la felicidad.
¿En qué consiste la felicidad?
"En el mismo corazón no puede anidar el miedo y la gratitud. Si nos entrenarnos en el agradecimiento, en la compasión, en la generosidad, en el apoyo, en el consuelo, viviríamos una vida con un nivel de miedo radicalmente distinto. Y estaríamos en condiciones mucho mejores para que desvelara ese misterio que probablemente es la felicidad". "Para mí, el sentido de la vida, la base de la felicidad, es plantar semillas de esperanza, de ilusión, de confianza, de entusiasmo, de inspiración, aunque a lo mejor yo no las vea florecer. Y aceptando que en esas semillas existirá la imperfección de eso que tengo de barro, pero también existirá la perfección y la belleza de eso que tengo de Dios" (Mario Alonso Puig. II Congreso de la Felicidad).
Testimonio
Reiteradas veces en sus escritos, Gandhi afirmó abiertamente que el Sermón de la Montaña revolucionó su vida y fundamentó las bases de su doctrina de la no-violencia. Este hombre, padre espiritual y creador de la India moderna, tuvo a Jesús como su maestro de ética.
Testimonio
Reiteradas veces en sus escritos, Gandhi afirmó abiertamente que el Sermón de la Montaña revolucionó su vida y fundamentó las bases de su doctrina de la no-violencia. Este hombre, padre espiritual y creador de la India moderna, tuvo a Jesús como su maestro de ética.
“Sin
el estudio de Cristo, mi vida se había quedado incompleta”.
Dien claves para la felicidad según el Papa Francisco
1.- Vive y deja vivir. «Acá los romanos tienen
un dicho y podríamos tomarlo como un hilo para tirar de la fórmula esa que
dice: “Anda adelante y deja que la gente vaya adelante”. Vive y deja vivir, es
el primer paso de la paz y la felicidad».
2.- Date a los demás. «Si uno se estanca,
corre el riesgo de ser egoísta. Y el agua estancada es la primera que se
corrompe».
3.- Moverse respetuosamente. «En Don Segundo Sombra
hay una cosa muy linda, de alguien que relee su vida. El protagonista. Dice que
de joven era un arroyo pedregoso que se llevaba por delante todo; que de adulto
era un río que andaba adelante y que en la vejez se sentía en movimiento, pero
lentamente remansado. Yo utilizaría esta imagen del poeta y novelista Ricardo
Guiraldes, ese último adjetivo, remansado. La capacidad de moverse con
benevolencia y humildad. Los ancianos tienen esa sabiduría, son la memoria de
su pueblo. Y un pueblo que no cuida a su ancianos no tiene futuro».
4.- Compartir los domingos con la familia. «El otro día, en
Campobasso, fue a una reunión entre el mundo de la universidad y el mundo
obrero, todos reclamaban el domingo no laborable. Es domingo es para la
familia».
5.- Ayudar a los jóvenes a conseguir empleo. «Hay que ser creativos
con esta franja. Si faltan oportunidades, caen en la droga. Y está muy alto el
índice de suicidios entre los jóvenes sin trabajo. El otro día leí, pero no me
fío porque no es un dato científico, que había 75 millones de jóvenes de 25
años para abajo desocupados. No alcanza con darles de comer: hay que
inventarles cursos de un año de plomero, electricista, costurero. La dignidad
te da la llevar el pan a casa».
6.- Jugar con los chicos. «El consumismo nos lleva
a esa ansiedad de perder la sana cultura del ocio, leer, disfrutar del arte.
Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una
mamá joven le preguntaba: “¿Cuántos hijos tenés? ¿Jugás con tus hijos?” Y era
una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es
clave, es una cultura sana. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y
vuelven a veces cuando los hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo».
7.- Cuidar la naturaleza. «Hay que cuidar la
creación y no lo estamos haciendo. Es uno de los desafíos más grandes que
tenemos».
8.- Olvidarse rápido de lo negativo. «La necesidad de hablar
mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que
en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano».
9.- Respetar al que piensa distinto. «Podemos inquietar al
otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo
peor que puede haber es el proselitismo religioso, que paraliza: “Yo dialogo
contigo para convencerte”, no. Cada uno dialoga desde su identidad. La Iglesia
crece por atracción, no por proselitismo».
10.- Buscar activamente la paz. «Estamos viviendo en una
época de mucha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más.
La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da
la idea de quietud, pero nunca es quietud, siempre es una paz activa».