viernes, noviembre 09, 2007

CANTO A DIOS PADRE, Y GESTO DE AMOR CON LA IGLESIA MADRE

Alabanza a Dios por Agustín de Hipona (354-430). En el aniversario del Nacimiento de San Agustín (13-noviembre-354) felicitamos a la gran Familia Agustiniana, que tiene a San Agustín por Padre, imagen de Dios Padre ("todos nosotros formamos una sola familia, que tiene a San Agustín como Padre", se dice en las Constituciones de la Orden de San Agustín, nº51) y elevamos un canto de alabanza a Dios por el gran regalo de San Agustín con el comienzo de su libro más famoso "Las Confesiones": “Grande eres, Señor, y laudable sobremanera; grande tu poder, y tu sabiduría no tiene número. ¿Y pretende alabarte el hombre, pequeña parte de tu creación, y precisamente el hombre, que, revestido de su mortalidad, lleva consigo el testimonio de su pecado y el testimonio de que resistes a los soberbios? Con todo, quiere alabarte el hombre, pequeña parte de tu creación. Tú mismo le excitas a ello, haciendo que se deleite en alabarte, porque nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”. (Libro I,1). Y con canciones y vídeos varios dedicadas a Dios, Padre Nuestro...
Padre de la vida por Brotes de Olivo - Las Bienaventuranzas. 1986. Letra.


Hacemos una mención especial a la Iglesia, nuestra Madre, que en estos días ha comenzado en España una innovadora Campaña de sostenimiento de la Iglesia Católica. Dicen las Constituciones de la Orden de San Agustín, "siguiendo el ejemplo de San Agustín, debemos amar a la Iglesia, como madre, de un modo especial, demostrándole una peculiar fidelidad y anteponiendo sus necesidades a nuestra conveniencia personal" (nº 54). Sus necesidades para anunciar el Evangelio de Jesucristo y estar al lado del prójimo más necesitado: 23.000 parroquias; cerca de 850 monasterios de clausura; numerosas órdenes y congregaciones, más de 200 hospitales y ambulatorios; 300 guarderías, 900 orfanatos y más de 1600 centros de acogida y de reinserción familiar y social. Todavía nos queda tanto por hacer.¡Participa!
Un mensaje muy actual, como el vídeo Padre Nuestro de Nova Bella.


Hablar de Dios y con Dios en nuestra familia. Testimonio: “Era el quinto hijo de una familia de nueve hermanos (…). En casa, nada de piedad expansiva y solemne. Sólo cada día la oración de la noche en común, pero es algo que recuerdo claramente y lo recordaré mientras viva. Mi hermana Elena recitaba las oraciones. Demasiado largas para los niños (un cuarto de hora); poco a poco iba aumentando en velocidad, embrollandose, abreviando, hasta que mi padre le decía «vuelve a empezar». Y entonces yo iba aprendiendo que hace falta hablar con Dios despacio, seria y delicadamente. Es curioso cómo me acuerdo de la postura de mi padre. Él, que por sus trabajos en el campo o por el acarreo de madera siempre estaba cansado, que no se avergonzaba de manifestarlo al volver a casa, después de cenar se arrodillaba, los codos sobre una silla, la frente entre sus manos, sin mirar a sus hijos, sin un movimiento, sin toser, sin impacientarse. Y yo pensaba: «Mi padre, que es tan valiente, que manda en casa y tan bien entiende a los dos grandes bueyes, que es insensible ante la mala suerte y no se inmuta ante el alcalde, los ricos y los malos, ahora se hace un niño pequeño ante Dios. ¡Cómo cambia para hablar con Él! Debe ser muy grande Dios para que mi padre se arrodille ante Él y también muy bueno para que se ponga a hablarle sin mudarse la ropa»”. (Aimé Duval sj en el libro: ¿Por qué me hice sacerdote?).
Homenaje a Juan Pablo II por el 25º aniversario de su primera visita a España en 1982: Abba Pater (Padre Nuestro cantado por Juan Pablo II).

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